Río Cuarto cerró el último fin de semana largo con números alentadores para la economía local. Según datos del Observatorio Turístico de la Municipalidad, entre el 16 y el 18 de noviembre, la ciudad recibió un promedio de 1.955 turistas por noche, logrando una ocupación hotelera del 85%.
Este movimiento turístico no solo llenó las plazas de alojamiento, sino que también generó un impacto económico significativo, alcanzando los 459 millones de pesos. Este monto, distribuido en diferentes rubros como alojamiento, gastronomía, entretenimiento, regalería y movilidad, refleja la importancia del turismo para la dinamización de la economía local.
El relevamiento municipal detalló que el gasto promedio por turista fue de $78.356 por día. Este cálculo incluye los consumos en una variedad de servicios y actividades, lo que evidencia la capacidad de Río Cuarto para ofrecer propuestas atractivas tanto para visitantes como para los propios residentes.
La oferta gastronómica fue uno de los pilares del gasto, con restaurantes y bares que trabajaron a plena capacidad durante los días de descanso. También se destacó el consumo en actividades recreativas, como visitas a puntos turísticos y eventos organizados en la ciudad, que captaron el interés de los visitantes.
El impacto económico del fin de semana largo no solo beneficia a los comercios y servicios directamente relacionados con el turismo, sino que también tiene un efecto multiplicador en otros sectores. Desde proveedores locales hasta trabajadores independientes, muchos actores de la economía regional se ven beneficiados por este tipo de eventos.
Además, el éxito de este fin de semana refuerza el posicionamiento de Río Cuarto como un destino atractivo dentro de la región, alentando nuevas inversiones y estrategias de promoción turística.
Con estos resultados, las expectativas para futuros feriados son optimistas. Las autoridades municipales ya están planificando nuevas acciones para potenciar la llegada de turistas y mejorar la infraestructura que acompaña este crecimiento.
La diversificación de la oferta y el fortalecimiento de alianzas con otros destinos cercanos son algunas de las estrategias que se evalúan para mantener el dinamismo económico que este tipo de eventos genera.