Mientras se refuerzan las acciones, se solicita a la Justicia avanzar sobre los responsables de los focos intencionales y se destinan fondos para la recuperación.

Los incendios forestales que afectan a nuestra provincia desde hace varios días han generado un despliegue operativo sin precedentes. Cientos de bomberos voluntarios y brigadistas, apoyados por equipos aéreos y terrestres, continúan dando batalla para frenar el avance de las llamas que ponen en peligro tanto áreas productivas como comunidades enteras. La situación ha requerido la intervención de múltiples organismos, que trabajan de manera conjunta para contener el fuego, prevenir su expansión y atender a las personas afectadas.

En el operativo participan siete aviones hidrantes y seis helicópteros que, sin descanso, sobrevolaron las áreas más afectadas, arrojando miles de litros de agua para extinguir los focos más activos. Las aeronaves han sido fundamentales en los esfuerzos por combatir los incendios en terrenos inaccesibles para las unidades terrestres. Los pilotos y aeronaves provienen de distintas partes del país, como la provincia de Buenos Aires y Santiago del Estero, además del apoyo del Plan Nacional de Manejo del Fuego. Esta colaboración interprovincial ha sido clave para reforzar la capacidad de respuesta ante esta emergencia.

La coordinación con los municipios y comunas ha sido intensa, garantizando que la asistencia llegue a las zonas más comprometidas por el avance de las llamas. Brigadistas del Equipo Técnico de Acción contra Catástrofes (ETAC), la Policía, Defensa Civil y el Plan Provincial de Manejo del Fuego están en el terreno, actuando en conjunto para minimizar el impacto del fuego. Además, las ambulancias y un hospital móvil están apostados en puntos estratégicos, listos para atender cualquier eventualidad, tanto para los brigadistas que combaten el fuego como para los vecinos que han sido afectados por el humo o las llamas.

Las autoridades provinciales han pedido expresamente a la población que respete las indicaciones del personal especializado. El trabajo de los bomberos y demás organismos es riesgoso, y la presencia de personas no autorizadas en las áreas afectadas no solo pone en peligro su propia seguridad, sino que también interfiere con las labores de control del fuego.

Otro de los puntos críticos de esta emergencia es la necesidad de que la Justicia avance con celeridad en la investigación de los incendios intencionales. Los primeros informes señalan que varios de los focos han sido provocados deliberadamente, lo que agrava la situación y aumenta el riesgo de que se repitan episodios similares en el futuro. Las autoridades provinciales exigen que los responsables de estos actos sean identificados y sancionados con todo el peso de la ley, en un esfuerzo por frenar la práctica delictiva de iniciar incendios.

Ante la magnitud del daño causado, tanto a nivel ambiental como productivo y material, el gobierno provincial ha ratificado su compromiso de reparar las áreas afectadas. Para ello, se ha dispuesto un incremento en el Fondo Permanente para Atención de Desastre, que ha sido elevado a 5.000 millones de pesos. Este fondo permitirá abordar las tareas de recuperación una vez que la situación esté controlada, enfocándose tanto en el apoyo a las comunidades damnificadas como en la restauración de las áreas forestales devastadas por las llamas.

Sin embargo, la lucha está lejos de terminar. Las condiciones climáticas no son favorables para la extinción del fuego. Los pronósticos indican que no habrá precipitaciones en los próximos días, mientras que los fuertes vientos, que no cesan, siguen complicando el trabajo de los brigadistas. Estos vientos avivan las llamas, propagan el fuego a nuevas zonas y dificultan las tareas de los equipos en el terreno.

El agradecimiento a todos los organismos involucrados en esta emergencia ha sido reiterado por las autoridades provinciales. Los bomberos voluntarios, junto a los efectivos del ETAC, la Policía, Defensa Civil, el Plan Provincial de Manejo del Fuego y los pilotos de la Dirección Provincial de Aeronáutica, han realizado un esfuerzo heroico para intentar contener la catástrofe. Además, se destaca la colaboración de múltiples instituciones y dependencias gubernamentales que no han cesado en su trabajo para mitigar los daños.

En este contexto, es fundamental que la población mantenga la calma y siga las indicaciones del personal que se encuentra en las zonas afectadas. La prioridad sigue siendo la seguridad de las personas, la protección de los bienes materiales y la preservación de los recursos naturales que están siendo destruidos por el fuego.