Adrián Capello, socio gerente de Capello S.A y presidente de la Cámara de Construcción estuvo en Breves Streaming y dialogó respecto al mercado, sus leyes y expectativas para el futuro.

Según explicó, durante el boom de la construcción en Río Cuarto, el crecimiento desordenado y la falta de reglas claras fueron desafíos para el sector: “En esa época el desarrollo sobrepasó al Estado, y las medidas tomadas fueron tan restrictivas que casi resultaron prohibitorias para nuestra industria”.

Además, agregó que esto tuvo como resultado varias pérdidas de inversiones, especialmente cuando el gobierno dio prioridad a demandas de grupos autoconvocados sobre los reclamos del sector, lo que desfavoreció el crecimiento inmobiliario de la ciudad.

Con el paso del tiempo, el escenario cambió gracias a un nuevo marco regulatorio. “Hoy tenemos un código más amigable con los desarrollos”, explicó Capello, al señalar que las recientes gestiones facilitaron la construcción, logrando que el código sea revisado cada cinco años para adaptarse al dinamismo del crecimiento urbano. Este ajuste responde a la necesidad de flexibilidad, dada la velocidad con que crecen algunas zonas, permitiendo al Consejo Municipal de Planificación Urbana (IMPUR) analizar y adaptar las normas.

Otro factor que impacta directamente en la construcción en Río Cuarto es la inversión del sector agropecuario. Según Capello, “en su mayoría, quienes compran departamentos y terrenos son inversores ligados al agro, el sector que actualmente tiene excedentes”. Sin embargo, las condiciones de sequía y otros problemas en el agro en los últimos años han impactado severamente la capacidad de inversión, afectando la compra de propiedades y ralentizando el crecimiento del sector inmobiliario.

Al preguntarle por el impacto del programa de blanqueo, Capello aclaró que, a diferencia de lo ocurrido en grandes ciudades como Córdoba, Rosario y Buenos Aires, el beneficio no tuvo el mismo efecto en Río Cuarto debido a que el precio promedio de los departamentos está por debajo de los valores requeridos para aprovechar este incentivo. Sin embargo, sostuvo que el blanqueo podría tener un impacto gradual en el largo plazo.

Este año, según Capello, reveló que este año, particularmente, fue desafiante para la construcción: “Ha sido un año recesivo en el que el excedente del agro no alcanzó los niveles esperados, y eso nos ha afectado”, afirmó. A pesar de ello, se mostró optimista respecto al futuro: “Creo que lo que venga será mejor, porque ya hemos pasado un año de ajuste muy duro”.

En términos de precios, Capello observó una estabilización en algunos materiales, como el cemento y ciertos tipos de cerámicos, luego de un período de incrementos constantes e incontrolables. Aunque la inflación sigue presente, el freno en los precios de algunos insumos da un respiro a la industria.

Finalmente, Capello subrayó la necesidad de diálogo en la planificación urbana. A su juicio, el IMPUR y sus representantes han logrado un enfoque más constructivo, dejando de lado la oposición por oposición y trabajando en conjunto para construir una ciudad ordenada.