Grupo Grassi ha dado un paso firme hacia el futuro con la consolidación de su nueva infraestructura corporativa en Río Cuarto. La reciente apertura del edificio marca un hito en la historia de la empresa, que a lo largo de 134 años ha acompañado a la ciudad en su crecimiento. Magdalena Bagliardelli, responsable de comunicación del Grupo, destacó que este nuevo espacio va más allá de lo que la comunidad ha conocido hasta ahora, brindando no solo servicios farmacéuticos, sino también un entorno que combina tecnología y atención personalizada.
“Es la primera vez que tenemos un edificio propio, algo que comenzó como un sueño hace unos años y hoy es una realidad”, comentó Bagliardelli. Este edificio no solo alberga la farmacia en la planta baja, sino que también tiene oficinas administrativas en el primer piso y el contact center, que ellos llaman “farmacia virtual”. Este servicio permite a los clientes realizar consultas a través de WhatsApp o teléfono, un esfuerzo por mantener el contacto humano en un contexto cada vez más digitalizado.
Un nuevo estándar de atención
Para Grupo Grassi, la calidad del servicio es su distintivo principal. Si bien ofrecen promociones y descuentos, Bagliardelli resaltó que el factor humano es clave: “El servicio es lo que nos diferencia. Queremos que las personas se sientan bien atendidas, que siempre haya alguien para escuchar y resolver sus inquietudes”, subrayó. Este enfoque ha permitido que la empresa se mantenga a la vanguardia, adaptándose a las necesidades de sus clientes y garantizando una atención cercana.
A pesar de la implementación de tecnología, como un bot que agiliza ciertos procesos de atención, Bagliardelli enfatizó la importancia de no perder el toque humano. “La gente aún prefiere que la atienda una persona. El bot puede ayudar en cosas simples, pero las personas buscan respuestas más personalizadas”, explicó.
Innovación y tradición
La historia del Grupo Grassi está marcada por su capacidad de innovar sin perder de vista la esencia que los ha mantenido durante más de un siglo. La inauguración del edificio fue un reflejo de esa combinación de tradición e innovación. Bagliardelli recordó que la apertura del espacio corporativo fue un motivo de celebración, no solo para el equipo del Grupo, sino también para la comunidad que los acompaña. “Fue un momento de alegría para todos. Queríamos devolverle algo a la ciudad que nos ha apoyado durante tantos años”, comentó.
El edificio está estratégicamente ubicado a pocos metros del puente, lo que facilita el acceso tanto a los clientes como a quienes trabajan en el lugar. Además, su horario corrido ofrece una mayor comodidad a los usuarios, una novedad que aún está siendo adoptada por los vecinos de la ciudad. “Notamos que la gente aún se acostumbra a este tipo de atención continua, pero cada vez son más los que valoran la posibilidad de hacer sus compras en un momento más tranquilo del día”, explicó Bagliardelli.
Un lugar para el crecimiento
Este nuevo espacio no solo beneficia a los clientes, sino también a los colaboradores del Grupo Grassi, quienes cuentan con oficinas más amplias y modernas. La farmacia virtual y el contact center también son parte de esta evolución, brindando un servicio que combina la practicidad de la tecnología con la calidez de la atención humana.
Bagliardelli comentó que uno de los grandes logros de este año fue haber consolidado el edificio operativo, que se inauguró incluso antes que la farmacia. “Fue un gran desafío, pero ver cómo los equipos se amoldan y cómo la gente se acostumbra a las nuevas dinámicas nos llena de orgullo”, dijo.
Perspectivas futuras
Con esta nueva estructura ya en pleno funcionamiento, el Grupo Grassi mira hacia el futuro con la expectativa de seguir expandiéndose y mejorando sus servicios. Bagliardelli destacó que uno de los principales desafíos es mantener la excelencia en la atención, algo que consideran su principal valor agregado. “Estamos siempre pensando en qué más podemos ofrecer, cómo mejorar la experiencia de nuestros clientes”, afirmó.
Además, la empresa sigue apostando por la integración de diferentes unidades de negocio, lo que les permite brindar un servicio más completo y diversificado. “Trabajamos con personas, y eso implica siempre un compromiso extra. Nos debemos a nuestros clientes, y queremos que cada uno sienta que estamos allí para ayudarlos”, concluyó Bagliardelli.
Con el nuevo edificio, el Grupo Grassi reafirma su compromiso con la ciudad de Río Cuarto y con las generaciones de clientes que los han acompañado a lo largo de su historia. Y, con una mirada puesta en la innovación, la empresa se prepara para seguir siendo un referente en la región.