La producción industrial pyme en Argentina ha experimentado una notable contracción durante julio, registrando una caída del 17,8% en comparación con el mismo mes del año anterior, según el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Este índice, que recoge datos de 414 industrias pymes a nivel federal, revela un panorama preocupante para la economía del país.
Entre los sectores más afectados se encuentran los "Químicos y plásticos", que sufrieron una contracción del 27,5%, y "Papel e impresiones", que registró una disminución del 26,9%. Estos sectores acumulan una retracción significativa en lo que va del año, con caídas del 26,6% y 21,2% respectivamente.
El sector de alimentos y bebidas, tradicionalmente resistente, no fue la excepción. En julio, la producción cayó un 14,9% anual y un 2,6% mensual, acumulando una baja del 17% en los primeros siete meses del año. Las empresas del sector están operando con solo el 61,6% de su capacidad instalada, una cifra alarmante que refleja la profundidad de la crisis. Un 24,4% de las empresas del sector reportó dificultades para pagar salarios durante julio.
La industria textil y de indumentaria también mostró signos de debilidad, con una caída del 5,2% anual en julio y del 4% en comparación con junio. Este sector, que está operando con el 60,9% de su capacidad instalada, enfrenta un panorama sombrío debido a la reducción de pedidos y la dificultad para mantener su estructura operativa.
El sector de madera y muebles no quedó al margen, con una caída del 16,9% anual en julio. Las empresas de este sector están operando al 60,9% de su capacidad, lo que pone en riesgo la sostenibilidad de sus operaciones. La reducción en el poder adquisitivo de los consumidores ha impactado fuertemente en la demanda de bienes durables, como los muebles.
Finalmente, el sector de "Metal, maquinaria y equipo" experimentó una caída del 18,2% en julio, mientras que "Químicos y plásticos" y "Papel e impresiones" continúan siendo los sectores más golpeados por la recesión.
Las pymes están enfrentando un entorno desafiante, caracterizado por una demanda insuficiente, altos costos de producción y dificultades financieras. La carga fiscal, la falta de acceso al financiamiento y los problemas para cobrar ventas son algunos de los principales obstáculos que enfrentan estas empresas. Como resultado, muchas han tenido que reducir gastos operativos, diversificar sus productos o reducir la cantidad de horas laborales.
Las pequeñas y medianas empresas están pidiendo políticas de apoyo específicas que les permitan superar esta crisis. La reducción de la carga impositiva y la creación de incentivos para la contratación de personal son algunas de las medidas más urgentes que reclaman.