La capacidad instalada se ubicó en el 60%, mientras que los sectores más afectados incluyen “Papel e Impresiones” y “Químicos y plásticos”.
La industria manufacturera de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina sufrió una importante caída del 8,7% en agosto de 2024 en comparación con el mismo mes del año anterior, según los datos revelados por el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Este retroceso refleja la delicada situación que atraviesa el sector, que acumula una contracción del 16,9% en los primeros ocho meses del año en relación al mismo periodo de 2023.
Uno de los indicadores clave en este contexto es el uso de la capacidad instalada de las industrias, que se ubicó en el 60% en agosto, una disminución de 0,6 puntos porcentuales respecto a julio, y 10 puntos por debajo de los niveles registrados a principios de año. Esto evidencia las dificultades que enfrenta la demanda interna, factor determinante en la actividad pyme.
A pesar del preocupante panorama anual, la comparación mensual desestacionalizada mostró un crecimiento del 3% en la actividad manufacturera durante agosto. Sin embargo, este incremento es considerado moderado frente a las caídas anteriores y no constituye una señal clara de reactivación, según indican los analistas.
El informe de CAME destaca la heterogeneidad de los resultados entre los distintos sectores manufactureros pymes, todos los cuales registraron caídas interanuales en agosto, aunque en diferentes magnitudes.
El sector “Papel e Impresiones” experimentó la mayor contracción interanual, con una baja del 21,1% a precios constantes, seguido por “Químicos y plásticos”, que cayó un 15,5%. En contraste, “Maderas y Muebles” fue el sector menos afectado, con una caída del 1,1%.
El sector de alimentos y bebidas, por su parte, registró una caída del 10,8% interanual en agosto, aunque mostró una leve mejora del 0,9% en la comparación mensual. Las empresas de este sector operaron al 60,4% de su capacidad instalada, lo que representa una baja de 1,2 puntos porcentuales respecto al mes anterior.
A pesar de la caída en la producción, las empresas exportadoras dentro del sector lograron amortiguar el impacto gracias a la estabilidad en los precios internacionales, aunque el mercado interno mostró una notable desaceleración en los pedidos debido a un exceso de stock acumulado en meses anteriores.
En el rubro textil e indumentaria, la producción descendió un 3,6% interanual en agosto y un 0,9% en comparación con julio. Las industrias del sector operaron al 60,9% de su capacidad instalada, manteniéndose en los mismos niveles que el mes anterior.
Desde las empresas textiles destacan la preocupación por el ingreso de productos importados, particularmente en las categorías de ropa masculina y blanquería, lo que está afectando negativamente a la industria nacional.
Uno de los sectores que mostró cierta recuperación fue el de “Maderas y Muebles”, que si bien tuvo una caída interanual del 1,1%, logró un crecimiento del 4,3% en la comparación mensual desestacionalizada. La capacidad instalada en este sector subió levemente, ubicándose en el 61,1%.
Este repunte se atribuye principalmente al aumento en la demanda de mobiliario para el hogar y a la recuperación del sector de la construcción, que impulsaron las ventas tras varios meses de estancamiento. Además, las opciones de financiamiento y la estabilidad de precios permitieron a las empresas del rubro aprovechar las oportunidades de recambio de insumos como la madera melamina.
El informe de CAME también señala que los principales desafíos que enfrentan las pymes están relacionados con los altos costos de producción y logística, junto con la baja en las ventas. Estos factores fueron mencionados por el 40,7% y el 40,4% de las empresas encuestadas, respectivamente, como los obstáculos más significativos para su crecimiento y estabilidad.
En este contexto, las medidas más esperadas por las industrias para el corto plazo incluyen la reducción de impuestos (58,8% de las respuestas) y el estímulo a la demanda interna (14,6%). La simplificación de regulaciones y trámites también se destacó como una necesidad para el 9% de las empresas consultadas.
En respuesta a la compleja situación económica, las pymes han implementado diversas medidas para ajustar sus operaciones. La reducción de gastos operativos fue la estrategia más comúnmente adoptada en agosto, con un 29,5% de las respuestas. También se observó un aumento en la diversificación de productos (29,1%) y una reducción de las horas laborales (13,4%) como parte de las estrategias para hacer frente a la coyuntura.
El 16,7% de las pymes informó haber tenido dificultades para afrontar el pago de salarios durante el mes de agosto, una mejora respecto al 19,3% registrado en el mes anterior. Los sectores más afectados en este sentido fueron “Alimentos y bebidas” y “Textiles e indumentaria”, con tasas de dificultades del 22,8% y 21,1%, respectivamente.
A pesar del leve repunte mensual en algunos sectores, la situación general de la industria pyme sigue siendo crítica, con caídas significativas en la producción y una demanda interna debilitada. La falta de señales claras de reactivación y los desafíos estructurales plantean un panorama incierto para los próximos meses. Las empresas siguen adaptándose a un contexto de baja demanda, altos costos y dificultades en la gestión de personal, mientras aguardan políticas que les permitan superar la actual coyuntura.