26 de abril, 2024
Valores
segundas oportunidades

Águilas del Imperio

Se trata del equipo de rugby de la cárcel de Río Cuarto, en el que un grupo de internos aprende mucho más que técnicas y estrategias de juego.

Días soleados, nublados, con llovizna o con la cancha cubierta de agua, cada martes es una experiencia en el que muchos hombres privados de la libertad pueden experimentarse libres de nuevo, aceptando una segunda oportunidad. Son las “Águilas del Imperio”, el equipo de Rugby del Establecimiento Penitenciario N°6 de Río Cuarto. Un proyecto social que utiliza como excusa al deporte para enseñar valores de vida. 
“El rugby es un deporte de valores, sin valores es muy difícil jugar. No es jugar contra otro sino con otro. Y con uno mismo, para cuidarse físicamente y cuidar de no hacer nada que lastime al otro”, explica Eduardo Morel, uno de los voluntario del equipo.
Joaquín Mosso, coordinador general del proyecto, se define como “amante del rugby y con fuerte vocación de servicio. Es muy gratificante, recibo más de lo que doy”asegura.
Eduardo y Joaquín participaron del Congreso Imagina (FADA), en el segmento “Gente que une”, para compartir esta experiencia. 
“Los internos nos aportaron mucho más que nosotros a ellos”, cuenta Eduardo a la prensa. “Hay cosas que uno las da por sentadas o comunes en nuestra vida cotidiana y al entrar ahí nos dimos cuenta de que para muchos de los internos no es común un abrazo, un beso, o una muestra de cariño. Yo no soy la misma persona desde el día que entré a la cárcel con este proyecto para transmitir valores. Cambió mi forma de ver ciertas cosas y allí recibí más de lo que di”, agrega.
Joaquín explica que este tipo de proyectos contribuye a que los internos puedan tener una mejor calidad de vida y herramientas que los ayuden a sobrellevar mejor sus momentos de encierro. “El rugby les transmite valores que le servirán en su vida en sociedad como el respeto hacia el otro, el compromiso, el silencio, la escucha, etc.”. 
Por su parte, Eduardo anhela que en todos los penales de Argentina y el mundo puedan practicar deportes que les transmitan valores como el rugby. “Si logramos eso y logramos hacer entender a la sociedad que el que está preso está cumpliendo una condena y no es solamente un castigo; que tenemos que reinsertarlo, transformarlo para que después pueda volver a la vida en  sociedad... Cuando todos logremos entender eso creo que vamos a vivir en un mundo mucho mejor”.