La ciudad de Río Cuarto, conocida por su dinámico sector comercial, atraviesa un prolongado período de contracción económica, con un descenso que ya alcanza los 22 meses consecutivos. El mes de marzo no ha sido la excepción, mostrando una preocupante caída del 15,66% en la cantidad de unidades vendidas en comparación con el mismo mes del año anterior, según informes del Centro Empresario, Comercial, Industrial y de Servicios (CECIS).

La situación actual refleja no solo un desafío transitorio, sino una tendencia que parece consolidarse en el tiempo, afectando a diversos sectores del comercio local. De hecho, el impacto no se distribuye de manera uniforme entre los distintos rubros. Los más golpeados han sido aquellos vinculados a productos no esenciales como juguetería, librerías y electrodomésticos, los cuales registraron las mayores bajas, con una reducción del 24,78% en juguetería y librerías y un alarmante 29,47% en electrodomésticos y artículos electrónicos.

Entre otros sectores también afectados, se encuentran la perfumería y cosmética, con un descenso del 18,66%, y la farmacia, con una caída del 17,50%. Asimismo, los rubros de ferretería, materiales eléctricos y de construcción no se quedaron atrás, evidenciando una baja del 16,61%. A su vez, los muebles y la decoración vieron reducidas sus ventas en un 18,18%, mientras que el sector de neumáticos y repuestos experimentó una disminución del 28,43%.

A pesar de la situación crítica, algunos sectores mostraron caídas más moderadas, como el de alimentos y bebidas, que descendió un 10,11%, y el de artículos deportivos y de recreación, con un 10,54%. La indumentaria, por su parte, registró una de las menores bajas, con un 2,90%.

El análisis de estos datos refleja la profundidad del problema que enfrentan los comerciantes de la ciudad. Este descenso continuo en las ventas ha encendido las alarmas entre los empresarios y comerciantes locales, quienes buscan estrategias para revertir esta tendencia. La situación se complica aún más al considerar el contexto económico general del país, que no ha sido del todo favorable en los últimos tiempos.

La ciudad de Río Cuarto, con una rica historia comercial y una ubicación estratégica en la región, tiene el potencial para superar esta adversidad. Sin embargo, requiere de la colaboración conjunta entre el gobierno local, las entidades comerciales y los propios comerciantes, quienes deben adaptarse a las nuevas realidades del mercado y buscar alternativas innovadoras para atraer a los consumidores.